Hoy tuvimos una de esas clases de biología que no se olvidan fácilmente. Desde que entramos al laboratorio ya se sentía el ambiente diferente: guantes, batas, charolas de metal… y al centro, el protagonista del día: un corazón de vaca.
La actividad era abrirlo para estudiar sus cámaras, válvulas y todo lo que normalmente solo vemos en dibujos del libro. La verdad, sí estuvo muy sangrienta, no voy a mentir. Pero al mismo tiempo fue una experiencia increíble. Poder ver de cerca cómo está formado un corazón real te hace entender mejor lo impresionante que es el cuerpo y todo lo que sucede ahí dentro sin que nos demos cuenta. Entre risas nerviosas, curiosidad y uno que otro “¡guácala!”, terminamos disfrutándola muchísimo.
Definitivamente, fue una de esas clases que mezclan lo impresionante con lo educativo, y que te hacen decir: “Órale, qué padre estuvo esto.”
Y ya que estoy por aquí, quiero aprovechar para invitarlos este domingo al Club Cuicacalli para celebrar mi cumpleaños.
📅 Domingo
🕙 10:00 am
La idea es pasar un rato chido, convivir, relajarnos y disfrutar el día. Si pueden darse una vuelta, me va a dar muchísimo gusto verlos ahí.
¡Nos vemos el domingo! 🎂✨